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25 diciembre 2013

Fragmento de La Revolución Desconocida



 (Artículo copiado de http://www.anarquistasgc.net/)

 

 

 Mirando al pasado para descifrar el futuro

La Rebelión de Kronstadt y el tema de la vivienda

Por V.M. Eichenbaum ‘Volin’ (1945).
Bandera anarquista de los marineros de Kronstadt
A principios de 1918, la población laboriosa de Kronstadt, tras debates en múltiples reuniones, decidió proceder a la socialización de locales y viviendas. Se trataba, primero, de obtener el consentimiento y el concurso del soviet local; luego, de crear un organismo competente, encargado de la recepción y examen de los inmuebles, de la equitativa distribución de los alojamientos, de su reparación y cuidado, y de las nuevas construcciones. En el grandioso mitin último se encargó a algunos miembros del soviet (socialistas revolucionarios de izquierda y anarcosindicalistas) el planteamiento de la iniciativa en la próxima sesión plenaria. Y así tuvo entrada en el soviet el proyecto detallado.

El primer artículo declaraba: «Queda abolida en adelante la propiedad privada de bienes raíces e inmuebles.» En otros se especificaba: la gestión de todo inmueble incumbirá al Comité de vivienda, elegido por sus ocupantes. Los asuntos importantes relativos a un barrio lo serán en asamblea general de sus habitantes, quienes designarán a los miembros del Comité de barrio. Funciones más abarcadoras son las de los Comités de distrito, y generales, las del Departamento ejecutivo urbano de los Comités de vivienda, integrado por delegados de los distritos.
Los miembros bolcheviques del soviet pidieron que se postergara por ocho horas la discusión del proyecto, pretextando la importancia del problema y la necesidad de estudiarlo detenidamente. Aceptado el aplazamiento por el soviet, aquéllos se dirigieron a Petrogrado para recabar instrucciones del Centro.
En la sesión siguiente, los bolcheviques pidieron el retiro del proyecto, declarando que un problema de tal importancia no debía ser resuelto sino por el conjunto del país; que Lenin preparaba un proyecto al respecto, y que, en interés mismo del asunto, el soviet de Kronstadt debiera esperar las instrucciones del Centro. Los socialistas revolucionarios de izquierda, los maximalistas y los anarcosindicalistas propusieron su inmediata discusión, lo que fue aprobado. En el debate, la extrema izquierda propuso, ya expuestas todas las opiniones, que se pasara a votación una vez agotada la discusión y, de ser aprobado el proyecto, proceder a su inmediata realización. Los miembros bolcheviques y mencheviques se levantaron entonces, en sugerente coincidencia, y abandonaron la sala, entre aplausos irónicos y cáusticas frases de los restantes: «¡Helos al fin unidos!»
Un delegado maximalista propuso, para dar tiempo a los bolcheviques de volver, borrando la impresión de estar contra la abolición de la propiedad privada, que se votara el proyecto artículo por artículo. Aprobada la proposición, ocurrió lo previsto. Los bolcheviques comprendieron su falta de táctica, volvieron a sus asientos y votaron el artículo primero. Sólo se trataba, para ellos, de un voto de principio. Pero cuando se pasó a los artículos relativos a los medios de realización de tal principio abandonaron de nuevo la sala. Algunos bolcheviques que juzgaron imposible para ellos someterse en ese asunto a la disciplina del partido permanecieron en sus puestos, participaron en la discusión y votaron el proyecto, para cuya inmediata realización habían recibido formal mandato de sus representados. Por ello fueron excluidos del partido, culpables de «inclinación anarcosindicalista».
El proyecto fue finalmente aprobado.
Por largo tiempo prosiguió la lucha apasionada sobre el asunto en talleres, batallones, navíos, etc. (Kronstadt no estaba sometida aún.) Se realizaban frecuentes reuniones muy concurridas, en las que los miembros del soviet eran invitados a informar sobre las incidencias de la discusión en él y aclarar su actitud. Algunos de ellos, bolcheviques refractarios al proyecto, fueron  retirados del soviet por sus electores. De resultas de todo ello, los bolcheviques iniciaron una violenta campaña contra los anarcosindicalistas e intentaron sabotear la aplicación del proyecto aprobado. Fue en vano.
Bien pronto quedaron constituidos los comités (de vivienda, de barrio, etc.) y empezaron a funcionar. El plan entró en vigor, haciéndose realidad el principio «Todo habitante tiene derecho a adecuado alojamiento.» Las casas fueron metódicamente visitadas, examinadas y censadas por los comités, para su distribución equitativa. Así se descubrió que, mientras en pésimas buhardillas se amontonaban pobres gentes, a veces varias familias juntas, departamentos de diez a quince habitaciones, bien soleados y confortables, estaban ocupados por pocas personas. El director de la Escuela de Ingenieros, por ejemplo, soltero, ocupaba él solo un lujoso departamento de veinte habitaciones. Al serle censada la residencia y anunciada la reducción de su espacio vital para poder acomodar a algunas familias libradas de las malsanas buhardillas, protestó ruidosamente y calificó el acto de «verdadero bandolerismo».
Los desdichados que llenaban las barracas insalubres, las mansardas infectas y los inmundos subsuelos no tardaron en disponer de más sano y confortable alojamiento. y aun se acondicionaron algunos hoteles para los viajeros.
Cada Comité de distrito organizó un taller para la reparación y acondicionamiento de los inmuebles, los que funcionaron satisfactoriamente.
El gobierno bolchevique lo destruyó todo más tarde, eliminando de raíz tan constructiva experiencia.

24 abril 2013

Movimiento Anarquista en Israel y Palestina



Introducción:
Las ideas anarquistas llegaron a Palestina en los albores del siglo XX, traídas por la gran ola inmigratoria de Europa Oriental (Rusia, Lituania, Ucrania y Polonia).Las ideas de Piotr Kropotkin y León Tolstoi influenciaron sensiblemente a los màs reconocidos exponenentes del sionismo de izquierda, tales como Yitzhak Tabenkin, Berl Katznelson, y Mark Yarblum. El organizador del movimiento de autodefensa judío, Joseph Trumpeldor, que más tarde se convertiría en un prócer de la derecha israelí, era muy cercano al anarcosindicalismo, y hasta incluso alguna vez se declaró anarcocomunista. El anarquismo tuvo también su influencia en la constitución de los movimientos socio-políticos tales como Poalei Zion, Tzeirei Zion, HeHalutz, y Gdud HaAvoda. El movimiento embrionario de los kibbutz fue en su naturaleza un movimiento socialista libertario. En esa época, muchos sionistas de izquierda rechazaban la idea de establecer un estado-nación judío y promovían la solidaridad Judeo-Árabe.1 2

Los anarquistas en Palestina en los inicios del siglo, casi todos provenientes de Europa Oriental no tenían vínculos con el poderoso Movimiento anarquista Yiddish y habían adoptado el lenguaje hebreo, el cual no era muy popular entre los anarquistas judíos de Europa, muchos de los cuales se oponían a todas las formas de sionismo, y apoyaban a la cultura Yiddish de los judíos Ashkenazi. Durante las décadas de 1920 y 1930 todos vivían en kibbutz: por ejemplo, el famoso anarquista Aharon Shidlovsky fue uno de los fundadores del kibbutz Kvutzat Kinneret.

Durante la Revolución Española de 1936, muchos anarquistas viajaron a España para participar de la lucha contra Franco y el fascismo en las milicias de la CNT-FAI.

El filósofo antiautoritario austríaco/judío Martin Buber se estableción en Jerusalén en 1938. Buber se consideraba a sí mismo como un “sionista cultural”. Pero rechazaba la idea de un nacionalismo judío y fue un incondicional entusiasta de la solución binacional en Palestina.

Mientras muchos anarquistas eran agnósticos o vehementemente anti-religiosos, también hubo unos pocos anarquistas religiosos y pensadores libertarios que combinaron las ideas radicales contemporáneas con las tendencias anárquicas en la Kabbalah y el Judaísmo jasídico, como el caso del rabino Yehuda Ashlag, que llegó a Palestina en 1921.


El anarquismo en el Estado de Israel

Hasta la década de 1940 no había organizaciones anaquistas en Palestina. Un poco antes e inmediatamente luego de la fundación del Estado de Israel en 1948, llegó un flujo de sobrevivientes del nazismo provenientes de Europa Occidental, educados en la cultura Yiddish, entre los cuales el anarquismo tenía una presencia específica y manifiesta. En los comienzos de la década de 1950, los inmigrnates polacos conformaron un grupo anarquista en Tel-Aviv cuyo mayor exponente era Eliezer Hirschauge, autor de un libro publicado en 1953 sobre la historia del movimiento anarquista polaco. En los primeros años de la década de 1950 el anarquismo israelí tuvo como principal referente a Abba Gordin (1887-1964), escritor y filósofo, uno de los más destacados representantes del movimiento anarquista Yiddish. Gordin había sido el inspirador del movimiento anarquista pan-ruso y uno de los organizadores de la Federación Anarquista de Moscú (1918). A partir de 1925 vivió en Nueva York, adonde emigró desde la Unión Soviética, y donde publicaba una revista literaria y filosófica, Yiddishe Shriften (1936-1957), así como era un habitual colaborador del periódico anarquista más veterano en idioma Yiddish, el Freie Arbeiter Stimme (1890-1977).

En 1958 Abba Gordin se trasladó a Israel, fundando en Tel Aviv un círculo anarquista Yiddish, "Agudath Schochrei Chofesh" (ASHUACH), con una biblioterca con las obras clásicas del anarquismo en yiddish, hebreo y polaco, con una extensa sala para conferencias y reuniones. También publicó una revista mensual bilingüe (yiddish/hebreo) Problemen/Problemot, que dirigió desde 1959 a 1964. Durante este período el ASHUACH alcanzó los 150 miembros y acercó a centenares de personas la temática anaquista a través de conferencias de filosofía libertaria. Entre los tópicos más debatidos se encontraban, las "raíces espirituales del anarquismo" y "las vinculaciones entre el anarquismo y el Libro de los Profetas" (Neviim), y la Kabbalah. Problemen publicó narraciones y artículos sobre la historia del anarquismo, leyendas jasídicas, literatura judía medieval y cuestiones acerca de la literatura yiddish contemporánea.

Luego de la muerte de Abba Gordin, desde 1964 a 1971 la revista fue dirigida por Shmuel Abarbanel. En 1971, Joseph Luden (nacido en Varsovia en 1908) tomó su lugar; abrió una editorial que editó libros de ficción, poesía y literatura en yiddish. La revista pasó a llamarse solo Problemen porque dejó de editar su parte en hebreo. ASHUACH y Problemen estuvieron siempre en contacto con el movimiento anarquista yiddish y en particular con Freie Arbeiter Stimme de Nueva York y Dos Freie Wort de Buenos Aires. Con el tiempo Problemen se volcó más a la literatura que a la filosofía. Los lectores pertenecían a un amplio sector de la sociedad israelí. El escritor Leonid Podrydchik definió a Problemen como la mejor publicación israelí en idioma yiddish.[cita requerida]

ASHUACH llegó a su fin en la década del ’80. Los viejos anarquistas fueron muriendo uno a uno, y los jóvenes no conocían el idioma. El último número de la revista (el Nº 165) fue publicado en diciembre de 1989. Joseph Luden intentó continuar la tradición publicando Freie Stimme, pero solo salió un número en septiembre de 1991. Este fue el último periódico anarquista en yiddish del mundo.

El movimiento anarquista contemporáneo


El movimiento anarquista contemporáneo en Israel es pequeño, aunque muy activo. Una buena proporción de estos anarquistas son solidariamente activos con Palestina,destacando el grupo de activistas " Anarquistas contra el muro", colectivo creado en el 2003 para luchar contra el muro que comenzó a construir Israel en el area de Cisjordania, y en cooperación con activistas palestinos. Defienden la acción directa y utilizan sus acciones para difundir la idea anarquista. Por ejemplo el 3 de febrero de 2007 fueron a las principales calles en Tel Aviv, y las cercaron con alambre de púas fronterizo.A lo largo del año 2008 algunos de sus activistas sufrieron detenciones y denuncias por parte de las autoridades israelíes a causa de sus acciones en solidaridad con los palestinos.



Anarquistas Contra el Muro son completamente dependientes de las donaciones privadas de individuos particulares, ya que el dinero de los Estados y de otras instituciones no se aceptan como donativos. Las donaciones son especialmente para la asistencia jurídica de los detenidos activistas necesarios para el apoyo en sus procedimientos judiciales.
Además de estes grupo existen otros como Ma'avak Ehad; que es un grupo de afinidad anarquista en Israel.



Os dejo la página para conocer el colectivo: http://awalls.org/Espanol




23 abril 2013

Movimiento anarquista en Ucrania






Movimiento anarquista en Ucrania:

El anarquismo en Ucrania surgió principalmente en los inicios del siglo XX, aunque remonta su inspiración a anteriores levantamientos campesinos.


Los/as anarquistas participaron en la Revolución Rusa de 1905, sufriendo la represión que siguió a su derrota. Maria Nikiforova fue arrestada en esta época, así como Sasha Shapiro, padre del matemático anarquista Alexander Grothendieck. Nestor Makhno y otros anarcocomunistas continuaron sus ataques contra los aristócratas y capitalistas ucranianos.

Makhno siguió en actividad luego de la Revolución Rusa de 1917 en la zona de Guliaipolé, de población campesina. Se formaron comunas anarquistas por toda Ucrania, muchas de ellas con la suficiente productividad como para intercambiar productos textiles con los obreros de Moscú.


Cuando triunfa la Revolución rusa en 1917, Ucrania es un país muy diferente del resto de las otras provincias rusas. Se trataba de un territorio muy rico en recursos agrícolas, y en tiempos de guerra sus fronteras fueron el objeto del deseo de las potencias extranjeras: Alemania, Imperio austrohúngaro, Imperio otomano, Rusia e incluso Francia y Gran Bretaña; que veían al territorio como una inagotable fuente de provisiones.La revuelta que colocó a Aleksandr Kérensky al frente del gobierno republicano burgués en Rusia, en Ucrania se salda con el gobierno del "demócrata" Petlura, líder de la burguesía nacionalista. La revolución bolchevique que depone a Kérensky no se reproduce en Ucrania, dado que a pesar de haber proliferado los soviets (que ya funcionaban cuando Kérensky tenía el poder en Rusia) y haberse expulsado terratenientes, las tentativas de infiltración y control por parte del partido bolchevique fueron resistidas.


La mentalidad ucraniana era a su vez distinta a la de la mayoría de rusos, ya que el temor a agresiones externas y las continuas luchas fronterizas, desarrollaron una corriente de pensamiento más centrada en lo individual que en lo colectivo. El concepto de individualidad era latente en los belicosos campesinos, acostumbrados a defender sus campos de las tropas saqueadoras que incursionaban en operaciones relámpago a su territorio para aprovisionarse. Todo ello ocurría sin que el ejército zarista se dedicara a otra cosa que a defender las fronteras de la región.

La situación de indefensión desarrolló un marcado espíritu de independencia en la región, y la poca estabilidad a corto o medio plazo le quitaba sentido a la aparición de partidos políticos, que carecían de un marco territorial en el que implantarse. En estas condiciones, lo que se desarrolló fue un creciente sentimiento nacionalista, cuyo objetivo último era crear un estado independiente, es decir un marco territorial.

Pero en Ucrania existía una mayoría campesina acostumbrada a defenderse por su cuenta, a ser agredida por diferentes ejércitos en corto espacio de tiempo y a trabajar en conjunto con otros campesinos, hasta desarrollar pequeños grupos armados, especializados en defender los poblados de los intrusos. Para estos campesinos el Estado era una instancia ineludible, que periódicamente aparecía en los campos en forma de ejército para quedarse con una parte de la cosecha.

El nacionalismo era mayoritario en la zona norte, mientras que en el sur existía una mayoría anarquista, con fuerte influencia comunista (no bolchevique sino comunista libertaria). A finales de la Primera Guerra Mundial, entre diciembre de 1917 y enero de 1918, las guerrillas campesinas expulsaron a los grandes propietarios de sus zonas de influencia, repartiendo tierras e industrias.

Pero el 3 de marzo de 1918, Lenin firma el Tratado de Brest - Litovsk, que permite al eje austroalemán ocupar Ucrania. Inmediatamente las tierras vuelven a sus antiguos dueños, cuyos privilegios se refuerzan con el fin de mantener la neutralidad de la región mientras se prepara la vuelta del Zar. Con ese fin se nombra al Ataman Skoropadsky, que es un zarista convencido, como jefe de la RADA central( parlamento ucraniano posterior a 1917)

Los terratenientes a quienes se restituyó, se agruparon con el beneplácito de la RADA para cobrar venganza sobre los insurrectos que les quitaron las tierras. El amparo legal de la RADA era normal, teniendo en cuenta que los insurrectos eran potenciales rebeldes y debían ser eliminados para evitar la reedición del caso ruso, si el zar finalmente regresaba a Ucrania.

Además de la represión del Ejército Verde nacionalista, pagado por los terratenientes y al servicio de Kiev, los campesinos sufrieron los azotes continuos de las tropas de ocupación alemanas y austríacas. La presión de estos distintos ejércitos fue tan asfixiante sobre los campesinos del sur adheridos a la Revolución que, de la iniciativa común, se plantean posibilidades de unir a todos los anarquistas.

Durante junio, julio y agosto de 1918, la represión de la RADA ucraniana fue sangrienta y muchos anarquistas fueron ejecutados. En ese punto es fundamental que los campesinos se unan entre sí pues de lo contrario los más destacados activistas serán aniquilados y el movimiento morirá.

La necesidad de una cierta unificación frente a la inclemente represión, es lo que lleva a los campesinos de Gulai-Pole a organizarse en torno a una idea política, que se desinteresa por completo y considera prescindibles aspectos como la desigualdad social y los prejuicios nacionales, religiosos o políticos.

En Gulai-Pole, en verano de 1918, por primera vez los campesinos anarquistas no se reúnen para plantear un conflicto militar contra un ejército agresor, sino para tomar partido activamente en la guerra que debía librarse contra el totalitarismo y los tiranos de la RADA.


El inspirador del Ejército Negro fue Néstor Ivánovich Mahjnó, quien aglutinó los deseos de los campesinos, contrarios a la restauración pretendida por el Ejército Blanco.

En este punto, el papel militar de Majnó que había adoptado en sus primeros años pasó a ser uno organizacional. El primer congreso de la Confederación de Grupos Anarquistas, con el nombre de Nabat ( "El campanazo"o "toque de alarma"), emitía cinco puntos principales:

   1 El rechazo a todos los partidos políticos.
   2El rechazo de todas las dictaduras.
   3La negación de cualquier concepto de Estado.
   4 El rechazo de cualquier "período de transición" o "dictadura del proletariado".
   5 La autogestión de todos los trabajadores a través de los consejos de trabajadores (soviets).

Estos puntos estaban en claro contraste con las opiniones bolcheviques.
Esta forma de organizar la sociedad fue aceptada en el territorio conocido como "Territorio Libre" y se expandió rápidamente gracias al apoyo de los campesinos, y a raíz de la descomposición del Ejército Verde recibió a muchos nacionalistas que no se unieron al Movimiento Blanco.

En el Ejército Negro convivían dirigentes con formas distintas de entender la Guerra. Comandantes como Simon Karetnik, Alexis Márchenko, Grigory Vasilevsky, Borís Veretélnikoff, Peter Gavrilenko y Fedir Stchuss (todos, salvo el último, nacidos también en Gulai - Pole) simpatizaron al principio con los bolcheviques, igual que Majnó, que incluso se entrevistó con Lenin.

Otros jefes militares e ideólogos respetados por Majnó como Moise Kalinitchenko, Vasily Kurilenko, Víctor Belash y los hermanos Lepétchenko eran anarquistas que se manifestaban igualmente alejados ideológicamente de cualquier otro bando y no eran partidarios de ninguna alianza.

Majnó toleraba la libertad de sus compañeros para aliarse con los bolcheviques o combatirlos, pero jamás aceptaría cualquier tipo de simpatía hacia el Movimiento Blanco.


Organización interna y recursos militares

La organización interna del Ejército Negro se basaba en tres principios esenciales:
1º) El voluntariado
2º) La elegibilidad de todos los puestos de comando
3º) La disciplina libremente consentida.
Grupo de Combate del Ejército Negro.

El Voluntariado: Todos los combatientes eran voluntarios, no se obligaba a nadie a integrarse al ejército.

La Elegibilidad: Los comandantes de las unidades, los miembros del Estado Mayor y del Consejo de Insurgentes, y en general cuantos ocuparan puestos importantes, debían ser elegidos o bien aceptados por los insurgentes de la unidad respectiva y por el conjunto del ejército.

La Disciplina libremente consentida: Todas las reglas de la disciplina eran elaboradas por comisiones de insurgentes y posteriormente validadas en asambleas militares. Una vez establecidas, debían ser rigurosamente observadas bajo la responsabilidad personal de cada insurgente y de cada comandante.

A nivel militar, se componía de unidades de alto poder combativo.

El Ejército Negro disponía de Divisiones de Infantería, Caballería y Artillería.

Cada División se componía de 3 Brigadas, de 3 Regimientos cada una. Cada Regimiento se componía de tres Batallones.

La Infantería y la Caballería se desplazaban a la misma velocidad, ya que las unidades de Infantería recorrían largas distancias en unos carruajes ligeros (tatchanki) elaborados en el Sur de Ucrania. De este modo la Infantería podía avanzar unos 75 kilómetros al día, y en caso de necesidad podían ser más de cien.

La Caballería era considerada como una de las mejores del mundo, tenía su propio cuerpo de élite (la "Sotnia Negra") formado por 100-150 jinetes.

Se estima que en 1919 más de 25.000 ucranianos combatían en el Ejército Negro, cuyo aparato militar disponía de 48 cañones de campaña (móviles), 4 trenes blindados, 4 carros blindados y más de un millar de ametralladoras.

La capacidad de movilización del Ejército Negro era muy alta, y por otra parte era normal que grupos de campesinos se unieran entre sí y provocaran escaramuzas defendiendo la bandera negra. También se acostumbraba a rotar las tropas, debido a que la mayoría de campesinos ucranianos tenían experiencia en combate, al haber participado en la I Guerra Mundial.

La rotación de tropas consistía en devolver a los combatientes cansados a los poblados para cuidar de las familias y trabajar los campos, por un periodo de dos a tres semanas.

Algunas fuentes citan que más de 100.000 personas combatieron en el Ejército Negro durante la Guerra Civil, ya que debe ser tenido en cuenta que los campesinos, aunque muchos no fueran combatientes regulares, eran el entramado logístico del Ejército.




Relación con los bolcheviques

El 3 de marzo de 1918, mediante el Tratado de Brest-Litovsk, los bolcheviques cedieron Ucrania al Imperio austrohúngaro. Las fuertes corrientes anarquistas y revolucionarias del pueblo ucraniano que meses atrás se aliaron con los bolcheviques y lucharon a su lado, fueron aplastadas por el poderoso ejército austríaco.

El 28 de septiembre de 1918 los makhnovistas del Ejército Negro, la mayoría campesina, aprovechan la descomposición de Imperio austrohúngaro para volver a hacerse con el control del sureste de Ucrania. Durante ese tiempo mantienen continuos enfrentamientos con tropas nacionalistas del Ejército Verde, aunque apenas una semana después las tropas austríacas acuden en auxilio de los nacionalistas Verdes y recuperan la soberanía sobre el territorio. ‎ Un mes y medio después de la capitulación austrohúngara ante los aliados occidentales, el Ejército Negro vuelve a hacerse con el control de parte del país, durante la Navidad de 1918, pero el 29 de diciembre Makhno vuelve a ser derrotado por las tropas del Ejército Verde.

El Ejército Negro era una fuerza independiente, aunque puede entenderse que complementaria del Ejército Rojo en tanto que ambos compartían un enemigo común. Uno de los ejemplos más claros de su cooperación se vivió en febrero de 1919, cuando los bolcheviques cedieron varios regimientos al Ejército Negro para su lucha contra el Movimiento Blanco. La idea fue propuesta por el Estado Mayor de Moscú, y aceptada con alborozo por los makhnovistas.

En esas fechas, con motivo de la incautación de varios vagones de trigo a las tropas de Denikin, el Consejo de Insurgentes determinó enviar el alimento a los miembros del Ejército Rojo que combatían en Rusia.

Cada vez que los makhnovistas liberaban una localidad, colgaban carteles en los que se podía leer:

    La libertad de los campesinos y de los obreros les pertenece y no puede ni debe sufrir restricción alguna. Corresponde a los propios campesinos y obreros actuar, organizarse, entenderse en todos los dominios de la vida, siguiendo sus ideas y deseos (...). Los makhnovistas sólo pueden ayudarlos dándoles consejos u opiniones (...). Pero no pueden, ni quieren, en ningún caso, gobernarlos.



Pese a que la historia oficial soviética siempre recalcó que ambos ejércitos eran uno solo, la realidad es que eso es falso. Los bolcheviques se sabían cada vez más débiles, combatiendo en el Este y en el Oeste contra el Ejército Blanco y sus aliados, y carecían de infraestructuras y recursos para equipar, trasladar y alimentar efectivos con los que defender el Sur del país.

La posibilidad de que el Ejército Negro y el Ejército Verde pelearan contra los ejércitos blancos en Ucrania era la deseada por los bolcheviques, por lo que los soviets siempre se mostraron generosos a la hora de ofrecer hombres a cualquiera de esos dos bandos.

Los bolcheviques respetaban la bandera negra y el territorio conquistado por el Ejército Negro. A cambio, el Consejo de Insurgentes permitió instalar un soviet provisional en su territorio: El Soviet Militar Revolucionario de los Obreros y Campesinos Insurgentes.

Lo que en un principio fue un soviet de carácter ejecutivo de carácter anarco-comunista, no tardó en provocar conflictos entre campesinos y obreros, ya que los campesinos makhnovistas no reconocían ninguna autoridad superior a ellos, salvo la que ellos se quisieran imponer. Por otro lado el Soviet Militar Revolucionario de los Obreros y Campesinos Insurgentes tenía la obligación de aplicar leyes y restricciones de libertad ordenadas desde Moscú.

El Ejército Negro, si no fomentaba, al menos no impedía la violencia campesina sobre los comunistas y sus aparatos políticos. A juicio de los bolcheviques Makhno se comportaba con excesiva autonomía, pues desarrollaba actividades que pronto chocaron con los comisarios políticos enviados por el Ejército Rojo desde Moscú. El aspecto esencial, es que Makhno no ordenaba coaccionar la libertad de actuación de los campesinos y acudía en su defensa cuando eran agredidos.

Eso provocó numerosas escaramuzas entre prosoviéticos y anarquistas, lo cual implicó un conflicto político. El conflicto político lo provocaron los comunistas, al acusar sus periódicos a Makhno de planear una alianza con el Movimiento Blanco.

Fue otra de las falacias bolcheviques, ya que tales conversaciones nunca existieron. Existió cierta afinidad entre ciertas facciones del Ejército Verde y el Ejército Negro porque ambos querían eliminar a los extranjeros (soviéticos y europeos) del territorio ucraniano, si bien era imposible un acuerdo al representar el Directorio Político ucraniano (brazo político del Ejército Verde) ideas mencheviques, incompatibles con el anarquismo de Makhno.

La traición bolchevique y el fin de la revolución Ucraniana.

A mediados de octubre de 1920, el Ejército Negro al mando de Majnó combate al Ejército Blanco liderado por el Barón de Wrangel y comandado por el General Drozdov, derrotándolo y capturando más de 4.000 prisioneros. El Ejército Blanco se retiró a la península de Crimea, cuya puerta de acceso era la ciudad de Perekop.

Actuando conjuntamente pero bajo banderas distintas, los ejércitos Rojo y Negro se repartieron la tarea: mientras el Ejército Rojo sitiaba la ciudad, el Ejército Negro se encargaría de tomar las posiciones del estrecho de Sivash (Generales Alekséi Márchenko y Tomás Kojin) y la de Simferópol (General Simón Karétnik), lo que sólo era posible cediendo muchas vidas.

El 13 y el 14 de noviembre de 1920 el Ejército Negro tomó ambas posiciones y aisló al Ejército Blanco de Wrangel en Perekop, provocando su huida.

El Ejército Rojo tomó la ciudad sin sufrir bajas, y envió 150.000 efectivos desde Rusia. En esos momentos, el Ejército Negro no contaba ni con 5.000 hombres organizados, y acababa de derrotar al Ejército Blanco (muy superior en número) después de una guerra de 9 meses.

Después de derrotar al Ejército Blanco en Simferopol, Simón Karétnik es llamado por el Ejército Rojo en la noche del 25 de noviembre, para asistir a un Consejo Militar mediante el cual adecuar las condiciones futuras en favor de la convivencia de los ejércitos Rojo y Negro, y las sociedades anarquistas y comunistas, una vez expulsados los Blancos. En el trayecto es apresado por los bolcheviques.

El 25 de noviembre el Ejército Rojo impone un Estado Mayor único para ambos ejércitos, algo que el Ejército Negro no acepta.

Simón Karétnik es fusilado en Melitópol, igual que Pedro Gavrilenko, el día 26 de noviembre.

El 26 de noviembre de 1920 se produce un ataque del descansado Ejército Rojo a todas las posiciones del Ejército Negro en Crimea. La proporción es de 30 bolcheviques por cada anarquista. La victoria de los bolcheviques es inevitable. El potente ejército de Márchenko, quedó reducido de 1.500 a 250 hombres.

Cuando el Ejército Rojo ataca Gulai - Pole, allí se encuentra Majnó junto a unos 250 efectivos de Caballería. En una relación numérica muy desfavorable, la caballería del Ejército Negro se enfrentó a las fuerzas de caballería bolcheviques y rompió el cerco enemigo. Gulai - Pole cayó en manos enemigas, pero Majnó consiguió huir.

El 7 de diciembre las tropas de Alekséi Mártchenko y Néstor Majnó se encuentran en Kermentchik, la desolación de Majnó es absoluta al ver que su caballería ha sido virtualmente aniquilada. Martchenko, al bajar del caballo para saludar a Majnó, dijo: "Sí, hermanos. Ahora sabemos bien lo que son los comunistas". Los restos del Ejército Negro quedan aislados. Sólo quedaban 2.000 hombres para combatir con los 150.000 efectivos del Ejército Rojo.

Los restos del Ejército Negro (también conocido como Ejército Insurreccional o Insurgente, como majnovistas) se reúnen de nuevo a las órdenes de Majnó, que completa una unidad de 1.000 soldados de caballería y 1.500 de infantería. A partir de la primera semana de diciembre son atacadas las posiciones más importantes del Ejército Rojo en la zona de Gulai - Pole. En ese ataque muere Aleksandr Kaláchnikov, uno de los miembros más destacados del Consejo de Insurgentes.

El día 6 de diciembre el Ejército Negro ha recuperado parte de sus territorios, entre ellos Gulai - Pole, y Lenin ordena el envío de refuerzos desde Moscú.

A mediados de diciembre de 1920 el Ejército Rojo reconquistó las posiciones que la semana anterior le arrebató el Ejército Negro, cuyos seguidores y supuestos simpatizantes fueron masacrados. Parece correcto considerar esta fecha como el fin del Ejército Negro, ya que a partir de entonces (ante la desigualdad numérica) los anarquistas se organizaron en forma de guerrilla, formando comandos de menos de 100 hombres.

Las fuerzas comandadas por Majnó se vieron obligadas a combatir durante más de 15 horas seguidas, y cualquier daño que consiguieran causarle al Ejército Rojo era insignificante ya que los bolcheviques sólo combatían en esa guerra, una vez eliminado el Ejército Blanco. Se estima que existían enfrentamientos cada día, y que en cada enfrentamiento las fuerzas rojas superaban en 4 ó 5 veces los efectivos anarquistas.

El desastre era una cuestión de tiempo. Se conocen victorias muy meritorias de Majnó, que llegó a hacer más de 20.000 prisioneros. Se sabe que más de 3.000 de estos prisioneros se unieron al Ejército Negro, así como que (debido a la imposibilidad de alimentarlos y debido a la lentitud que supondrían para las tropas) los prisioneros que no querían unírseles eran liberados después de haber sido desarmados.

A partir de entonces las tropas que custodiaban a Majnó se dirigieron al Oeste. Tras ocho meses de guerrilla y persecución ininterrumpida, en agosto de 1921 alcanzaron la frontera rumana. Majnó cruzó la frontera con un tobillo roto y varias heridas de proyectil, la más importante en el cuello.

Gregorio Vassilevsky, amigo personal de Majnó en quien éste solía delegar el Mando del Ejército, murió en un enfrentamiento con tropas del Ejército Rojo cerca de Kiev, en diciembre de 1920.

Alexis Martchenko, general jefe de la caballería del Ejército Negro desde 1918, fue muerto en febrero de 1921 por el Ejército Rojo en una emboscada. En la primavera de 1921, Pedro Rybin fue arrestado por la cheka y fusilado días después en Járkov. Tomás Kojin, comandante general del Cuerpo de Ametralladoras, es gravemente herido en combate en mayo de 1921, y desaparece. Basilio Kurilenko, héroe de la guerra contra Denikin, muere en un enfrentamiento con el Ejército Rojo en junio de 1921. También en junio de 1921 muere Fedir Stchuss, anarquista de origen ruso y amigo personal de Majnó, en un combate contra fuerzas del Ejército Rojo.

El fin del Ejército Negro no fue el fin de los majnovistas. La guerrilla majnovista siguió combatiendo hasta 1924.

En el libro del sociólogo argentino Christian Ferrer, se expone que componentes en el exilio de lo que fue ejército majnovista actuaron como brigadistas internacionales durante la Guerra Civil española; estos ucranianos formaban parte de una compañía comandada por el «teniente Shevchenko» dentro del Batallón Mickiewicz-Palafox, de la XIII Brigada Internacional o Brigada Dabrowski, que cruzó los Pirineos tras la caída de Cataluña, y que participaron en la Resistencia contra el nazismo.

Según el historiador franco-búlgaro, Frank Mintz, incluso durante la Segunda Guerra Mundial, el impacto makhnovista apareció, puesto que "grupos de guerrilleros ucranianos blandieron aún la bandera negra y lucharon a la vez en contra de los nazis y de los estalinistas" (p.303), uno de estos grupos partisanos fue organizado en 1943 en los alrededores de Kiev por el makhnovista Ossip Tsébry. Cuando Stalin murió en 1953, hubo una gran insurrección en el Gulag en la que se vio una bandera negra con el nombre de "Majnó" escrito.


Actualidad

Tras este periodo el movimiento anarquista sufre una gran decadencia, y una posterior reorganización y actualmente existen grupos anarquistas de diversas índole feministas, grupos de ateos y cercanos al anarcosindicalismo. A su vez existen individualidades que mantienen contactos con grupos anarquistas Rusos.
Uno de los grupos más conocidos es :Svobodna http://svobodna.org.ua/ (Página en ucraniano,de un colectivo anarcofeminista; la comparto por el interés que pueda despertar).

15 abril 2013

Movimiento anarquista en Corea

El contexto regional del sudeste asiático ofrecía una gran influencia para que los anarquistas en Corea profundizaran sus niveles organizativos y proyectos revolucionarios. Baek Jeong-gi (1896-1934), un experimentado referente del movimiento anarquista coreano fue un ejemplo de ello. “Gupa”, como era conocido en la jerga militante, se encontraba para 1925 exiliado sumándose a la Unión Anarquista en Shanghai, China. Hacia julio de ese mismo año comenzaban oleadas de huelgas generales del movimiento obrero de Shanghai y Baek Jeong-gi ya estaba activando en la metalúrgica que trabajaba afiliado a su sindicato. Las masivas huelgas generales en China con participación del activismo anarquista (Unión Anarquista de China), las huelgas obreras en Japón, la apertura de la Universidad Nacional Obrera de Shanghai en 1928 impulsada por el anarquismo chino, el Movimiento de Autodefensa de las Comunidades Rurales en Quanzhou, China en 1927-1928, y la creación de la Sección de Beijing de la Alianza de la Juventud Negra.

La vitalidad del movimiento anarquista coreano se centra, esencialmente, en torno al profundo deseo de independencia en ese país. Esta fuerte influencia nacionalista en el movimiento anarquista –que data de la más pura tradición de Bakunin y Kropotkin- ha causado, y aún causa, confusiones. Al desear influir sobre un un potente movimiento nacionalista desde adentro, siempre existe el riesgo de ser influenciado de vuelta por el nacionalismo. Makhnó también enfrentó este problema y supo como resolverlo. Los anarquistas coreanos continúan la lucha en contra de una dictadura capitalista pro-EEUU en el Sur, y una dictadura pro-URSS en el Norte.

 Una revolución libertaria a la coreana

A la hora de revisar los componentes de la gesta de la Comuna podemos ver en un primer sentido la influencia de los anarquistas que volvieron del exilio como un factor que dio impulso las luchas sociales y disputas políticas por el futuro de la región. Por un lado los anarquistas que volvían de de un Japón o un Shanghai en pleno proceso de industrialización, con un movimiento obrero fuerte y movilizado iban a insistir en el carácter de las luchas desde el incipiente movimiento obrero coreano. Los otros exiliados provenientes del resto de China irían a proponer una lucha tanto anticolonial como la inserción social en el medio rural para impulsar luchas desde los movimientos campesinos.
Por otro lado algunas de las bases teóricas del anarquismo coreano esbozadas a comienzos del siglo XX retratan la lucha cultural e identitaria frente al avasallo del colonialismo japonés. Un ejemplo de ello es el “Manifiesto de la Revolución Coreana” (Joseon Hyeong-myeong Seoneon), escrito por el histórico militante anarquista Shin Chae-ho que expone cabalmente el papel revolucionario de un pueblo con fuertes raíces culturales invadido por un ejercito invasor.

También destaca el internacionalismo militante en cuanto a establecer alianzas con el anarquismo Japonés, Chino, Vietnamita y Taiwanés. Se defiende también fuertemente el carácter antiimperialista de sus luchas planteando una guerra social contra el imperio Japonés que ejercía un sistema de dominio en toda la región, rechazando las atrocidades cometidas por el ejército invasor.

CONSTITUCIÓN Y DEFENSA DE LA REGIÓN AUTÓNOMA DE SHINMIN

Las condiciones para desarrollar un proyecto revolucionario libertario estaban dadas en la región sur de la Manchuria china lindante con el norte de Corea.

La región de Manchuria fue disputada a lo largo de la historia por reyes y gobernantes japoneses, rusos, chinos y coreanos. La misma, hasta la invasión definitiva del ejército japonés, era una zona agrícola especial para los cultivos de grandes planicies en tierra fértil donde el arroz y el maíz eran algunas de las producciones agrícolas más importantes.

Luego de la extensión de las vías del ferrocarril hasta Port Arthur (Rusia) la zona comenzó a ser cada vez más un terreno de disputa militar para las potencias de oriente.

Las clases dominantes de Japón, que estaban viviendo para 1920 un momento de auge y crecimiento económico y de expansión territorial para su imperio decidieron abocarse a la conquista permanente de toda Manchuria con el fin de controlar políticamente las áreas hostiles en disputa y de esta forma poder expandir cada vez más su mercado e industria hacia la región.

La zona precisa donde se sientan las bases de la Comuna Autónoma de Shinmin se localizaba donde había estado alguna vez Younggotap, la capital del viejo reino Balhae y actualmente Jilin -una de las tres provincias chinas de la región de Manchuria (o Dongbei Pingyuan en chino). La misma era una zona donde residía gran parte de la población coreana exiliada -que superaban los 2 millones-.

Kim Jwa-jin(un experimentado soldado antiimperialista) fue convocado en multitud de ocasiones por las distintas facciones independentistas para brindar apoyo militar. Sin embargo decidió apostar políticamente al proyecto de la FACK( Federación anarco-comunista de Korea) y hacia 1929, junto a otros generales como Lee Bom-sok, disolvió el Ejército del Norte y pasó a defender -como General del ejército de autodefensa- la zona liberada de Shinmin, erigida ya en Provincia Autónoma sin un Estado central. Su papel en ese momento fue el de comandar el aspecto militar de la resistencia de los habitantes de la comuna. Sin embargo su inquietud por la cuestión social lo hizo acercarse al proyecto emancipatorio bien de adentro.

En este contexto de resistencia armada y revolución social es que se constituye en agosto de 1929 el Consejo o Asamblea para el Autogobierno de los Coreanos en Manchuria -AACM-(Han-jok Cha-ji Ryong-hap-hoe). Esta era una asociación administrativa basada en un “acuerdo con el principio de libre federación sustentada en la libertad espontánea del hombre”.[16] Este tipo de administración que tenía poco que ver con la conformación de un Nuevo Estado -como era el planteamiento a esa altura del marxismo y otras corrientes- permitió a millones de habitantes constituirse en una organización descentralizada y federal. Sus principios eran  completamente antagónicos al capitalismo y al socialismo de estado y adquirió ciertos niveles de complejidad a medida que se fue estructurando territorial e internamente.

La relación entre las diferentes comunidades y el sistema de decisión de cada una de ellas requirió de la puesta en práctica de una especie de federalismo libertario a través de la constitución de 3 niveles de consejos: Consejos Municipales o de Aldeas (de acuerdo a cada localidad), Consejos Distritales (de un conjunto de localidades muy cercanas) y Consejos de Área o Regionales (que abarcaba la región con el conjunto de Distritos). De esta manera se eliminó la estructura del Estado central, los Estados regionales y Estados locales y se promovieron juntas de decisión de democracia directa.

En las problemáticas laborales-productivas y en la planificación de la economía y el aprovechamiento de los bienes sociales y recursos naturales se practicaron novedosas formas de funcionamiento en base a los diferentes ámbitos de trabajo. En este sentido, no sin inconvenientes, se llegó a practicar la autogestión campesina en gran parte de los servicios públicos y las plantaciones de arroz y maíz. En esta instancia a través de delegaciones de la AACM (mediante fondos recaudados seguramente a través de expropiaciones en la ciudad) llegaban grandes molinos para procesar arroz, algunos hasta para 1000 toneladas lo cual representaba todo un avance tecnológico para la comunidad rural.

Cada necesidad vital o problemática social requirió del armado de nuevos concejos para resolverlo según los interesados: Concejos de Agricultura, de Educación, de Finanzas, de Propaganda, de Asuntos Militares, de Juventud, de Salud Pública, entre otros.

Si bien la idea original fue que a través de la formación, la sociedad en su conjunto iba a practicar de manera conciente las diferentes fases y niveles del federalismo, el acotado tiempo de la guerra en la región apuró la formación de esas estructuras. Un ejemplo muy frecuente de ello era el traslado de delegados de un municipio a otro para instar a organizar rápido los concejos y asambleas del pueblo, pretendiendo que se elija expeditivamente un delegado para la AACM. De este modo es lógico pensar que no se podía producir un proceso paulatino de experimentación y praxis militante adecuado para el sostenimiento político de una revolución social.



OCASO DE UN SUEÑO EMANCIPATORIO

El desarrollo organizativo y la expansión de la Comuna de Shinmin hicieron que los estalinistas coreanos y la burguesía nacionalista pro-japonesa empezaran a ver con malos ojos este nuevo ensayo. Los bolcheviques veían sobre todo en la AACM una amenaza que cooptaba “sus bases populares”. Los sectores cercanos a Yu Rim querían salir a dar batalla al estalinismo para prever contingencias a futuro.Los guerrilleros alineados al comandante Kim Jwa-Jin sostenían que la disputa con el marxismo se iba a dar una vez dada la independencia.

El 24 de enero de 1930 cuando Kim Jwa-jin –ya de 41 años- ayudaba a reparar un molino de arroz, según dicen financiado por los anarquistas, un militante estalinista de la Juventud del PC Coreano lo asesinó a sangre fría. Luego del asesinato de Kim, la FACK empezó a destinar a todos sus militantes repartidos en Corea, China y Japón a concentrarse en la zona de la Comuna. Lo mismo ocurrió con todos los recursos.

A partir de ese momento simultáneamente las tropas japonesas empezaron a atacar de manera sistemática desde el frente sur y las tropas estalinistas apoyadas por la URSS y el PC Chino (antes aliado de la FACK) desde el frente norte.

Hacia 1931 los estalinistas comenzaron a enviar infiltrados para asesinar a los referentes de la FACK. A mediados de ese año matan a Kim Jong-jin, ideólogo de la Comuna y referente de la FACK. Los comunistas creían que asesinando a los referentes anarquistas (según ellos dirigentes) la comuna no tardaría en caer.

El ejército comunista a pesar de haber llevado a cabo los asesinatos selectivos perdió terreno frente a las tropas japonesas hacia fines de 1932. Para fines de ese año el imperio japonés había tomado el control de toda Manchuria, convirtiéndola en un Estado títere imponiéndole al viejo emperador Puyi como gobernante.

Luego de la caída definitiva de los últimos poblados de la Comuna en  1932, numerosos militantes tuvieron que huir de la persecución que había de parte del ejército japonés pero también de los bolcheviques. Baek Jeong-gi permaneció en la clandestinidad organizando los “Cuerpos de Independencia de Izquierda” hasta que fue detenido y encarcelado por las tropas imperiales en la prisión de Nagasaki donde moriría de neumonía crónica hacia 1934.

Yu Rim, aquel referente de la juventud anarquista, fue encarcelado por 5 años y luego exiliado en China. Posteriormente volvería a dar pelea durante la dictadura nacionalista de Corea del Sur.

El resto de la militancia de la FACK fue perseguida cuando no aniquilada por toda la península.

La misma zona donde existió durante tres años la Comuna de Shinmin recibió la migración de empresarios japoneses que instauraron un desarrollo comercial, minero e industrial.

La población sobreviviente a las masacres del ejército japonés y los estalinistas comenzó a vivir un régimen de esclavitud, desnutrición y hostigamiento. Inclusive se llegó a denunciar que las empresas japonesas asentadas en el lugar fusilaban a los obreros que se encontraban enfermos para evitar gastos en salud.

No será sino hasta 1945 que el anarquismo coreano verá renacer de las cenizas un cúmulo organizativo en Seúl a través de la fundación de la Federación por la Construcción de una Sociedad Libre que promovía el control obrero de las fábricas.

Las huellas que ha dejado esta experiencia de revolución social al norte de Corea no cierran un capítulo de la historia del anarquismo en el sudeste asiático, sino más bien abren interrogantes acerca de los logros producidos durante el proceso de colectivización rural con una  participación de 2 millones de pobladores. Si bien la experiencia duró aproximadamente treinta meses y se desarrolló en un área comparable a la Provincia de Misiones (Argentina) creemos que son validos los intentos por recrear hechos tan poco conocidos y difundidos por la cultura y la información occidental. Menos que menos si se trata de impulso anarquista.

Durante la investigación -aún abierta- se vienen haciendo intentos de profundizar la comunicación y el intercambio de archivos y datos con diferentes entidades y personas en la actualidad que han trabajado sobre el tema. Una barrera representa claramente la lejanía geográfica, idiomática, cultural y temporal a la hora de intentar conocer balances contemporáneos hechos por el anarquismo del sudeste asiático. Solo sabemos que uno de los últimos hitos de la historia del anarquismo coreano ha sido la reconstrucción en la década de los 80´ de la federación Anarquista en la parte sur de la península.