29 julio 2016

¡Allons enfants de la Patrie!


Sobre las mayorías, contra la democracia.

El mejor argumento en contra de la democracia es una conversación de cinco minutos con el votante medio (Winston Churchill).

Tras esta afirmación del conservador de Churchill sobre el sistema democrático, del cual el se benefició durante años, y sin ánimo de compartir o debatir  con él la existencia del "votante racional", este texto pretende analizar histórica, y socialmente el sistema democrático, la influencia de las mayorías en las decisiones políticas, hacer una critica al concepto de ciudadanía y crear un punto de inflexión sobre cierta deriva ideológica hacia la izquierda que tienen ciertos sectores del anarquismo, ya sea en sus objetivos, como en sus formas. Además,  pretende a través de él, replantear métodos, estrategias,acciones y discursos en pos de construir una sociedad anarquista.

Breve introducción histórica: Origen y desarrollo de la Democracia.

Hablamos  de  democracia  y  aparece  en  nuestra  cabeza  el mundo   idílico   de   la   Grecia   clásica:   hombres charlando civilizadamente bajo el sol mediterráneo, envueltos en blancas togas. Pensar esto es faltar claramente a la verdad. La  gran  mayoría  de  las  personas  que  vivían  en  la  cuna  de  la democracia  lo  hacían  en  la  esclavitud,  y  del  poder  decisorio quedaban  excluidas  también  las  mujeres.  En  el  maravilloso origen  de  la  idea  democrática  sólo  mandaban  los  hombres propietarios  y  su  poder  se  extendía  a  todas  sus  propiedades, incluida la familia y los esclavos/as. Eso sí, los  propietarios  se  trataban  entre  ellos  como  hombres  libres e  iguales.

Rompiendo algunos mitos y muchas falsificaciones históricas y  lingüísticas  se  ha  de  señalar  que  la  palabra  democracia no viene  de  dos  palabras  (demos que  supuestamente  significaría “pueblo”,  y cratos que  supuestamente  significaría  “poder”, dando lugar así al término “el poder del pueblo”).

 La palabra democracia se  deriva  de  tres  palabras: demiurgos o  artesano, geomoros o  campesino  y cratos o  Estado  (en  griego  arcaico,  y no  “poder”,  significado  que,  por  razones  políticas,  adquirirá  más adelante, en la época clásica, para justificar el orden social vigente). De la fusión de las dos primeras palabras demiurgos y geomoros surgirá  una  nueva; demos, que  va  a  aparecer  en época clásica, siendo por tanto un neologismo que no existía cuando  se  funda  este  orden  socio-político.  Con  este  juego de  palabras  entre  artesano  y  campesino  se  formará  la  palabra “pueblo”  para  justificar  el  nuevo  aparato  estatal  y  refrendar el  orden  social  impuesto.  Claramente  el  pueblo  son  los artesanos,  comerciantes  y  campesinos  y  para  ellos  está  hecho el  nuevo  régimen.  Quienes  no  formen  parte  de  estas  clases, no serán parte del pueblo. Así pues nos encontramos con que democracia no significa “el poder del pueblo”, sino el “Estado de los artesanos y los campesinos”.  Pero además conviene hacer una nueva aclaración. La sociedad ateniense en el momento inmediatamente anterior a la instauración de la democracia estaba compuesto por tres clases o estamentos sociales: los eupátridas, en la cima de la pirámide, que  eran  los  nobles  y  el  estamento  de  entre  el  cual  salía  el monarca; los demiurgos que eran los artesanos y comerciantes, pero no unos artesanos cualquiera, sino los maestros artesanos y  dueños  de  los  talleres  (es  decir  personas  con  esclavos  y asalariad@s que dirigían la producción y el comercio al servicio de  los  eupátridas);  y  los  geomoros  o  campesinos,  campesinos propietarios de tierras y dueños de esclavos. Estos tres eran los estamentos de entre los hombres libres, estamentos subdivididos a su vez según rango, riqueza y posición social. Después en la escala más baja de la pirámide estaban los metecos o hijos de padre ateniense y madre extranjera (que solían ser los asalariados o los ayudantes de demiurgos y geomoros), hombres libres pero que no tenían los mismos derechos que los atenienses libres, y más abajo aun estaban los esclavos. A parte estaban las mujeres que no sólo no gozaban de la condición de “ciudadanos” sino que ni tan siquiera alcanzaban la categoría de “personas”.

Esta idea de sociedad supuestamente armónica y claramente desigual desaparece bajo  el  rumor  de  los  tiempos,  y  no  tiene  nada  que  ver  con nuestra democracia. La que nosotrxs sufrimos es fruto de una evolución  histórica  concreta  que  se  inicia  con  la  creación  del Estado  moderno,  que  nace  en  un  momento,  un  espacio  y unos  paradigmas  ideológicos  determinados.

 El Estado moderno aparece ligado al Estado-nación, a la división de poderes como garantía, a una retahíla de derechos y obligaciones inalienables.  Más  allá  de  una  relativa  ampliación de  los  límites  de  lo  que  es  tarea  del  Estado  en  el  Estado  del Bienestar,  o  de  una  supuesta  participación  de  lxs  ciudadanxs en  el  funcionamiento  formal  del  Estado  democrático,  estas variantes  del  Estado  moderno  no  tienen  más  objetivo  que seguir  tratando  de  mantener  ese  orden  artificial  construido, haciendo equilibrios conforme con las circunstancias y los requerimientos históricos.La  institucionalización  del  Estado  moderno  y,  aún  más,  su forma  democrática,  implica  el  nacimiento  de  la  ciudadanía. Los  individuos  dejan  de  serlo  y  pasan  a  formar  parte  de  una realidad  superior,  el  Estado,  que  les  proporciona  seguridad mediante   la   conservación   de   unos   supuestos   derechos naturales  e  inalienables.

Los   derechos   son   las   concesiones   que   otorga   un   poder establecido, es decir, lo que se ese poder permite hacer a quienes somete. Los deberes son las imposiciones de ese mismo poder, es decir, lo que obliga a hacer. Derechos y deberes son por lo tanto  un  binomio  ya  que  los  unos  son  contrapartida  de  los otros  y  viceversa.  Lo  cual,  y  dado  que  los  dos  puntales  de  la democracia son la ley de mayorías y los derechos, nos lleva a varias reflexiones.

Una es que las personas no tienen derechos, sino necesidades vitales. Confundir  derechos con necesidades es un grave error que nos viene de la mano del pensamiento autoritario.

Otra es que quien tiene derechos tiene deberes y, como se ha señalado antes, esto es axiomático. Todo derecho implica que alguien  te  lo  reconozca  y  ese  alguien  a  cambio  te  reclamará deberes.También  tienen  derechos  quienes  sufren  las dictaduras, lxs niñxs en las escuelas, lxs presxs en la cárcel, los animales, las “minorías”, etc.

Los derechos prefiguran necesariamente autoritarismo. Para tener derechos es necesario ser gobernado, domesticado y por lo tanto hay que estar oprimido, o lo que viene a ser lo mismo, esta  reflexión  nos  lleva  a  que  quien  tiene  derechos  no  tiene libertad por lo tanto quien quiera ser libre, además de luchar por ello, no puede reclamar derechos,  dado  que  no  es  posible  que  la  libertad  se  conceda.


Mayorías y Delegacionismo. Muerte al ciudadanismo.

Con la situación actual de bloqueo político por falta(aparente) de pactos, y ante el inquietante cambio de rumbo de ciertas fuerzas políticas continuamente para llegar al poder político, y su discurso repetido sobre reformar y reforzar el sistema,para que tengamos más y mejor democracia, la "ciudadanía" espera pasiva a que se pongan de acuerdo y triunfe la democracia. Dispuestos a pactar con el diablo y obteniendo pactos "por arte de mafia", los partidos políticos siguen ganando adeptxs. Los intereses políticos, quizás ahora más diversos que antes, si analizamos las campañas de forma superficial, nos aparecen opuestos entre si, pero tras un análisis mas profundo y sobre todo, cuando llegan momentos cruciales como elecciones, casos de corrupción interna, o cuando les llega la hora de pactar para obtener sillones es bastante fácil de comprobar como no eran tan diferentes. Los que decían que había que pensar en las próxima generaciones, querían decir próxima elecciones y los de siempre ahora hablan en lenguaje inclusivo y pasean por mercados y barrios populares para llegar al electorado. Electorado que jamás renuncia al sistema establecido, ni cuestiona que todos favorecen y se enriquecen con la estructura del estado y el sistema capitalista. Y además , se le manda un mensaje de que si algo va mal, será por su culpa. Por votar equivocadamente , por no hacerlo, por establecer prioridades por encima del valor nacional de unidad en momentos delicados. Nunca es buen momento para criticar el sistema. Y además debemos estarles agradecidxs. Podíamos estar peor....

Nacer en un sistema heredero de otros más represivo no puede dejarnos sin la posibilidad de elegir otra forma de organizar nuestras vidas, ni puede obligarnos a asumir el sistema democrático. Fraga: "El franquismo ha sentado las bases para una España con más orden" diario El País (30 de diciembre de 2007). Fraga siempre será recordado por su "franqueza".

No controlamos qué, ni cuánto se produce, pero tenemos derecho a consumir todo lo que queramos, no controlamos cómo gestionamos nuestro aprendizaje pero tenemos derecho a trabajar para pagarnos la carrera si quisiéramos hacerla. Y estos son solo dos ejemplos. Vivimos en un sistema donde una minoría privilegiada ostenta el poder frente a una minoría esclavizada. Nos dicen que tenemos que empujar todxs en la misma dirección, sin cuestionar porque empujamos ni hacia donde nos dirigimos. Nos han dejado los remos, pero jamas hemos llevado el timón. Pero la verdad es que no queremos cambiar esa situación para que no cambie nada, no queremos mejorar eso, queremos erradicarlo de raíz. Queremos subvertir el orden establecido. Creemos firmemente que los partidos políticos y la democracia no favorecen nuestros intereses y por ello nos negamos a legitimarla.

Pero la democracia no es tan fácil de tumbar. Nos la han inculcado del tal manera en la cabeza, que nos cuesta imaginar la vida sin ese generoso regalo que nos han brindado las clases dominantes. La mentalidad del poder que se aprecia en mayorías como en minorías, reproduciendo fácilmente el sistema aunque te haya perjudicado de por vida, protege así mismo al sistema. Tenemos tan interiorizada la propaganda del sistema que toleramos sus desvaríos, su represión y sus consecuencias pero jamas se tolera la rebelión.
El civismo consigue ciudadanxs-policías, que no tienen ningún problema en defender y disfrutar de derechos que se consiguieron por medios violentos , o por facciones políticas que jamás tendrían cabida en su concepto de paz social.

Observamos desencajadxs como se reivindica, mano en pecho y con emoción, la igualdad, la fraternidad y la libertad del pueblo francés (un ejemplo para los demócratas y liberales, de las conquistas sociales). Para nada se defenderían hoy los disturbios producidos durante la revolución francesa, de ese grupo de violentos (como los denominarian ahora) que, lejos de contar con la complicidad de la mayoría hicieron; para el discurso imperante, historia. Apenas eran unos miles de individuos enfurecidos los que incendiaron París frente a la mayoría sabia y siempre legítima, que no participó en la protesta. Otro ejemplo de manipulación histórica.

No existe ni un sólo ejemplo en la historia en el que podamos basarnos para teorizar sobre una posible revolución pacífica.

Nos acordamos de Mandela y sus trajes llamativos para brindar por la democracia, la paz y la convivencia, olvidando su pertenencia a grupos armados y el uso de la violencia. Nos enorgullecemos de Martin Luther King o Rosa Park, y su lucha por los derechos de las personas negras, pero silenciamos la lucha llevada a cabo por diferentes movimientos como Panteras negras, que no dudaron en alzarse en armas. Defendemos a toda costa el pacifismo como determinante en un proceso político, cuando no siempre ha existido, o nos lo inventamos cuando ni si quiera ha sido determinante. El sistema se apropia de los movimientos de liberación, o los criminaliza, según le interese. El PKK y las YPG luchan contra la opresión del pueblo kurdo, pero como no pueden venderle tantas armas como a DAESH pues los catalogan de terrorismo. Que viva para siempre el pedófilo y antisemita de Gandhi y mueran para siempre las milicias de Nueva Era, llevando a cabo una guerra de guerrillas en contra de objetivos británicos. Olvidamos todo eso cuando le vemos la cara a Gandhi en todos los noticieros, recordando su vida, su muerte y su fantásticas hazañas. Mientras el 80% de la población no tiene para vivir dignamente, sustentado por guerras, desigualdad,  y violencia institucionalizada, que nadie tire la primera piedra.


Sobre inmovilistas y traidores.

También se observa esa tendencia a desvincularse de la participación política con el argumento de que no se es de ningún bando. No ser de ningún bando es la manera mas cómoda de aceptar el bando imperante y colaborar silenciosamente con él. No se puede no tener ideología, lo que se hace es no aceptar la responsabilidad de cambiar nada, ni asumir las consecuencias por pertenecer alegremente al sistema instaurado.

Desde algunos sectores de la izquierda vemos intento por aunar las luchas, o directamente  apropiarse de ellas. Utilizando la manipulación histórica reivindicáis hechos y homenajeáis a personas a las que hoy en día encarcelaríais, o encarcelasteis en otra época.

Vuestro discurso populista sobre el si somos el  99%, no es aplicable en nuestra practica real, ya que ni luchamos por el mismo fin ni usamos los mismos medios, y además nos negamos a colaborar con aquellos que utilizáis el sistema cuando os conviene. Nosotrxs  no queremos que existáis. Exponéis una representación abstracta de las luchas, desarrollando de forma paralela una decadencia en valores. Esto genera dependencia hacia el poder, aunque se tenga un discurso radical. Discurso que cae en el olvido cuando aparece la oportunidad de cambiar el sistema desde dentro. ¿Que características tiene que tener un sistema de organización política para intentar cambiarlo desde dentro? ¿Sistema Democrático?¿Una dictadura? ¿Daesh?.

Este contexto en el que el discurso se radicaliza pero las acciones se quedan en ciberprotesta, es un clima común que aprovecha la izquierda socialdemócrata para, a través de su aspecto reivindicativo ahogar las luchas y los actos de protesta.

 Un ejemplo lo tenemos en la multitud de personas que reivindica, a través de redes sociales y desde su casa que vuelvan ETA o los Grapo... ¿Que vuelvan y resuelvan nuestros problemas?. Ni un ápice de implicarse en nada, para además una vez iniciado el proceso judicial por decir: A Ortega Lara habría que secuestrarlo ahora; argumentar: Cuando dije que a Ortega Lara habría que secuestrarlo ahora quería decir que nunca habría que haberlo secuestrado...

Ser consecuente es asumir las consecuencias. ¿No?

"Esa idiotez que decíamos cuando éramos de extrema izquierda de que las cosas se cambian en la calle y no en las instituciones es mentira".
Pablo Iglesias Turrión.

 

Querido Pablo, gracias por iluminarnos en la lucha con el patrocinio del Banco Santander. Os distinguís de la mafia únicamente porque no cumplís vuestras promesas. Los espasmos cadavéricos que tiene la izquierda farsante y traidora nos hace reforzar más aún nuestras ideas. Nuestrxs compañerxs están en la cárcel y lxs tuyxs en el parlamento.
¿Sorpresas? Ninguna.


Hacía la Anarquía:

 La  lógica  que  rige  el desarrollo de un estado, es el constante crecimiento económico, es  decir,  el  que  las  mercancías  y  transacciones  económicas que  circulen  o  se  realicen  en  su  territorio  posean  cada  vez mayor  valor. Esto responde  a  la  dinámica  suicida  del modelo capitalista, en la que lo importante es sacar el mayor rendimiento  económico  de  los  objetos  que  explota,  producir la  mayor  cantidad  y  vender  cuanto  más  mejor  y  lo  más  caro posible. Los bancos,  las empresas y los estados sólo buscan ampliar todo lo posible su influencia y sacar el mayor beneficio de todo lo que pase por sus manos: Medicamentos,  alimentos,  casas,  ropa,  ocio,  drogas,  mano de  obra,  condiciones  de  explotación... Todo  vale, si  es  para sacar dinero, todo sirve para comerciar y cada mercado tiene su  contexto. El  funcionamiento  de  las sociedades  modernas exige que de todo se haga negocio, que todo sea recuperado y absorbido por el mercado, que sea mercancía para que genere valor  en  los  términos  que  han  impuesto,  el  juego  en  el  que siempre ganan quienes tengan más poder y aplasten al débil.

Por lo tanto, para conseguir una sociedad anarquista es necesario recuperar el valor de nuestras vidas, destruir el sistema capitalista y el Estado y construir nuestra sociedad. Lo primero es necesario, lo segundo imprescindible.

Replantear nuestros discursos y recuperar nuestros actos, nos puede situar de nuevo en un escenario de cambio, una práctica real. Muchas veces chocan nuestros objetivos con nuestros medios para conseguirlo. ¿Aprovechar protestas sociales reformistas para hacernos ver? ¿o esperar el momento adecuado? Los debates sobre este y cualquier tema siempre deberían estar presentes. Pero me gusta pensar que es positivo cualquier acto de rebeldía, ya que puede desencadenar en mayores actos insurrectos. Sin disturbios no se altera la paz social y nada cambia. Eso sí, actos y no lemas. ¿De qué sirven los lemas sí los actos no acompañan? Tengamos respeto a los actos revolucionarios. Solamente con recordar a Severino Di Giovanni no nos acercamos a ninguna estrategia real, ni tampoco apoyar exclusivamente a las personas presas cuando hay operaciones mediáticas. Esta patética solidaridad solo hará colapsar las redes sociales. No se trata de vanagloriar a los GAC, ni adorar el Ai ferri corti, Contra la democracia o cualquier texto de Bakunin. Este insurreccionalismo intelectual, simbólico y por desgracia comercial es puramente contraproducente. Situar a pocas personas en un plano más alto (tan alto que jamás realizamos esos actos que tanto reivindicamos) invisibiliza a tantísimas otras que luchan por sus ideas, y convierte a una minoría (bastante cuestionable ideológicamente en muchas ocasiones) en mártires del movimiento libertario, con liderazgos, personalismos y méritos ácratas. Tenemos mejores formas de recuperar nuestra historia que a través de mártires y vanguardias. Se nos va la fuerza por la boca.

Por suerte, gran parte del movimiento libertario defiende el discurso de que construir anarquismo es mucho más que A.C.A.B. Es organizarse, coordinarse y construir redes donde se desarrollen nuestras ideas. Ya que nadie puede mandar si nadie le obedece, y con la premisa de que si nos organizamos somos más fuertes que cualquier gobierno, asumimos las consecuencias que conlleva el enfrentarnos a estos. 

Dedicado a todas aquellas personas que entendieron que para hacer de este mundo un lugar mejor hay que atreverse a destruir todo aquello que lo mantiene como está. Vida es Lucha.
Muerte al Estado y viva la anarquía.



Escrito por Manifiestoalalocura entre los meses de Marzo y Julio de 2016





Bibliografía:
Contra la Democracía (Grupos Anarquistas Coordinados) 2013. 
Extraídas partes del texto y copiadas en el artículo.
El espíritu de las leyes(Montesquieu)1747.
La anarquía( Malatesta)1891.
Elogio del Anarquismo ( James C. Scott)2013.
La rebelión de las masas ( J. Ortega y Gasset)1937.
El principe ( Maquiavelo) 1532.

26 abril 2016

¡Muerte al ocio!


 El trabajo asalariado es uno de los ejes principales en los que se basa el funcionamiento de la sociedad actual. No el desempeño de una ocupación asalariada en si, sino la necesidad de ejercerla para poder subsistir. Es decir, la obligación de trabajar, que además es vendida como un derecho del que podemos disfrutar en las sociedades democráticas, socialistas, fascistas o de cualquier otra índole.

Considerando que el trabajo contribuye a crear la miseria existente en el mundo, el tiempo que pasamos sin trabajar debería ser motivo de satisfacción, o incluso servir para construir alternativas al sistema. Sin embargo la alternativa al trabajo asalariado es aprovechada por el propio sistema para reproducirse, reforzarse y sesgar cualquier oportunidad de desarrollar al máximo nuestras capacidades, y nos impide empoderar cualquier lucha contra el orden político y económico. Ni el trabajo ni el ocio nos hará libres..

Si solo consideramos el ocio o "tiempo libre" como el marco temporal que transcurre entre el final de una jornada laboral y el inicio de la siguiente, estaríamos haciendo una lectura superficial y sesgada. Sobre todo teniendo el cuenta el alto índice de paradxs del que gozan muchas sociedades actualmente. Y no por estar en paro renunciamos al ocio. Por eso, entendemos el ocio como todas las actividades que se desarrollan fuera del ámbito del trabajo, pero que lo perpetúan como eje principal y se nutren de el. Un ocio a través de las drogas, individualista, consumista, basado en el dinero, las rutinas y horarios de siempre es bastante similar si se tiene empleo como si no. El trabajo nos ata a ese ocio, y nos sirve para "recuperarnos" de la jornada laboral, y la ausencia de empleo nos sirve de excusa para caer en la rutina de la anestesia y estar preparadxs para el momento en el que el empleo llame a nuestra puerta. Vivir constantemente con la idea de que el ocio nos hace olvidarnos del trabajo es inútil y no trabajar por el "bien de el trabajo" es bastante más desconcertante que trabajar. La diferencia es que en una de ellas la alineación y el esfuerzo conlleva un sueldo.

La alternativa a trabajar no solo debe ser únicamente el ocio. Recuperemos la vida lúdica, la pereza, el tiempo para nosotrxs mismxs, el disfrutar haciendo las cosas que nos gustan, o las que necesitamos hacer como sociedad.

Si nos divierte reírnos, debatir, follar ,bailar, destrozar una sucursal bancaria, y realizar un esfuerzo en lo que nos apetezca, hagamoslo. Recuperemos el tiempo colectivo, los cuidados, las experiencias comunes. No siempre nos gusta hacer las mismas cosas. Hagamos las cosas que nos gustan hacer siempre, y también las que solo nos gustan hacer en determinadas ocasiones.

Si contra el trabajo asalariado planteamos expropiación, sabotaje, huelgas ilegales y boicot, plantemosle cara al ocio como forma de huir de su dominación.

Es además en un plano ocioso donde también rebajamos el discurso. Acaba la asamblea y nos vamos a tomar algo, y se refuerzan ,basándose en lo informal; las actitudes y comportamientos machistas, racistas y homofobos entre otros. En los momentos de "ocio" también estamos relacionándonos y en parte haciendo política, pero se  pierde personalidad y es fácil adaptarse al contexto, sea el que sea.
"No se puede hablar de nada sin que te moleste" Entre broma y broma la verdad asoma.

Las bromas albergan ideología detrás y es importante entender el ocio como el último bastión de numerosos ejes de opresión. Aunque en el ocio a través del consumo pudiese parecer a primera vista que se disminuye, por ejemplo; la diferencia entre presencia masculina y femenina, es curioso fijarse que tipo de actitudes se reproducen, como se ocupan los espacios y en nombre de que discurso. Si hacemos un análisis más profundo no vemos demasiada equidad. Otras opresiones, como la presencia del hombre blanco en todos los espacios públicos se ven a primera vista.

Mientras el sistema ha encontrado nuevas formulas para imponerse, el ocio ayuda a vender la sociedad actual como ejemplo de libertad. Menudo futuro nos espera si nos mantenemos pasivxs ante las consecuencias de las guerras, democráticas o no, o si nuestra idea de libertad es la juventud sumida en la indiferencia atroz, dormitando sus reivindicaciones entre el alcohol y la droga, o la sociedad pasiva mientras el sistema se blinda legal y policialmente para seguir reproduciéndose y robando los recursos, causando mayor desigualdad económica.
Plantémosle cara al lado más amable del sistema, al que condiciona nuestro tiempo y nuestros intereses. Por una sociedad combativa y libre de borracheras y drogas.
¡Por la destrucción del sistema capitalista y el Estado! Viva la Anarquía.

Dejadme volar.

Dejadme volar
Abrir las alas
Quemarme vivo

Dejadme soñar
Sacar la rabia
Sentirme mio

Dejad de callar y observar
Dejaros la piel en vivir
En cambiar, en amar.

Apostad por lo escondido
la luz nos ha cegado de por vida
Apostad por los vencidos,
los caídos y perdidos.

Las muertas
las valientes y olvidadas presas.
Las perras encapuchadas
Las compañeras
Las libertarias

Escrito por Manifiesto a la locura en Abril de 2016

21 enero 2015

¡La historia nos convirtió en hombres!

-Ostia tío..mira a esa..
-......
-¿La viste?
-.....
¿La viste o no la viste?
-....

La masculinidad hegemónica en la sociedad, está basada en la fuerza, la valentía, la competición, la seguridad, no mostrar afecto ni miedo, “los hombres no lloran” y el rechazo a lo femenino. No solamente mostramos violencia contra lo femenino, si no contra nosotros mismos. Esa violencia masculina va acompañada además de falta de comunicación. No solemos expresar sentimientos, y en la mayoría de las veces expresamos silencios. Estos silencios son el realidad debilidades y vulnerabilidad, pero de esta forma lxs demás pueden equivocarse al interpretar estos silencios. De esta forma podemos aprovechar esa equivocación como un mecanismo más de control personal y social.

Como hombres, la sociedad en la que nacemos nos carga de unos privilegios, y tenemos que darnos cuenta de que los tenemos, y que además tenemos que cuestionarlos, ya que en cualquier momento somos potenciales sujetos de uso de esos privilegios. Considerando el anarquismo como una lucha contra la dominación, es imprescindible reconocer que la dominación de Género existe y que es un eje de opresión a destruir tan importante como cualquier otro. En los movimientos sociales es triste reconocer como se producen a diario actitudes sexistas (se infravalora a compañeras, se considera que son prolongaciones de sus parejas, se las invisibiliza, se las responsabiliza de organizar cualquier tarea o actividad que sólo tenga que ver con la lucha antipatriarcal, no se actúa ante una agresión, se producen burlas o se duda de los hechos,cuestionando siempre a la persona agredida etc) Este juicio de valor sobre si la mujer agredida pretendía o no defenderse, o la “solidaridad” con el compañero “equivocado y arrepentido”o los casos de humor machista del compañero “concienciado y sensibilizado, pero gracioso” son ejemplos claros de que el discurso patriarcal puede ser reproducido por compañeros y por compañeras en ambientes libertarios. Cuando se tiene el privilegio (yo como hombre lo tengo) de no sentirte agredida por tus propios compañeros de lucha, puedes permitirte hacer bromas sobre el tema.”Entre broma y broma, la verdad asoma”. No nos hace antiautoritarixs decir que lo somos sino serlo, y para serlo tenemos que eliminar todo resquicio de opresión que nos enseñan desde que nacemos.

Volviendo a los hombres, nuestra masculinidad(desde la hegemónica hasta otras más diversas) es mayoritariamente formada en la infancia y la adolescencia, a través de “agentes socializadores” como puede ser la familia, la escuela, el lenguaje, los medios de comunicación o las religiones. En casa, nos enseñan unas actitudes, nos marcan unos colores apropiados y unos juegos y juguetes masculinos. Nos educan en un mundo masculino con un lenguaje masculino y nos señalan unos limites de los que no debemos salirnos. Si somos más sensibles seremos afeminados, si no somos desenvueltos no seremos seguros de nosotros mismos, y si somos prudentes seremos cobardes.


Nos dejaron sin espontaneidad, nos obligaron a ruborizarnos ante cosas que nos encantaban, no nos dejaron explorar sin límites. Nos adaptaron nuestra sexualidad al cuerpo con el que nacimos. Y lo peor es que nos enseñan a castigarnos, además de la obligada violencia ejercida sobre la mujer. “Las heridas que más me duelen me las hice yo. ”Así definiría los efectos de la educación patriarcal sobre mi mismo. No quiero ni imaginarme los efectos sobre las demás.


Creo que debemos definir el enemigo, aunque sea parte de nosotros, crear espacios de debate para identificar todo aquello que llevamos dentro y no nos gusta y reinventar nuestro trato con nuestro cuerpo, nuestros gustos, sentimientos, compartir la verdadera libertad y reinventar también el amor y la forma de relacionarnos con el resto de las personas. Este artículo trata de la perspectiva de un hombre, sin ninguna intención en meter sus manos en la lucha feminista. Los hombres tenemos que abordar nuestras propias cuestiones referentes al Género, bastante masculina es la sociedad como para pretender abordar la emancipación femenina, y mucho menos de creer que esa emancipación es posible desde una sociedad patriarcal. Es inútil que se construya una autonomía feminista desde un mundo masculino. No queremos seguir proclamando una igualdad excluyente (ni si quiera la igualdad!!)
Este artículo va dedicado a los hombres que hicieron de la vida algo hermoso y a todas las mujeres que alguna vez gritaron : MACHETE AL MACHOTE!


 Gracias fotógrafa por tu ayuda.























03 noviembre 2014

Vida es Lucha (Contra todas las cárceles que hay en nuestra cabeza)



En mi cabeza una guerra, y otra batalla perdida.
Nunca se termina de ir el miedo, y consumimos nuestra vida al intentar recuperarla.
Nos dijeron que tenía que gustarnos y lo que teníamos que rechazar.Recuerdo todas las veces que he querido dormir en esa cama, y en esa otra, también. Nos marcaron lo que era bueno y lo que estaba mal, y como teníamos que querernos. Yo quiero poder elegirlo todo, hasta la muerte que quiero.  Me he sentido preso aunque no pudiese tocar las rejas, y odio los momentos en los que me he sentido cómodo de esa forma. 


Odio la realidad que me enseñaron, odio a quien me la enseñó. Odio esas veces en los que las pastillas acompañaban mi tristeza.
Odio que sólo pensemos en nosotrxs mismxs, cuando lo que queremos construir es tan colectivo..como lleno de belleza. No quiero abandonar nunca a mis hermanxs de lucha. Es lo único que me mantiene en pie, porque os he visto esforzaros por aquello en lo que creéis, porque os conocí peleando y porque la lucha es nuestra vida, porque creemos que la vida es lucha.


He sentido el desarraigo muchas veces.
Me di cuenta y me dio rabia.
¿Volveremos a encontrarnos?
¿En qué piensas cuando lloras?

Niebla..siempre niebla...por mucho que salga el sol, a mi siempre termina llegando la niebla. La falta de cuidados me fue devuelta con creces..y la merecía. Quedarse solo te hace derrumbarte. Nunca sentí tanto una derrota..pero no imaginas lo fuerte y loco que me he vuelto. Ojala no entiendas nada, así lo entenderás todo.
¿Volveremos a encontrarnos?
¿En qué piensas cuando lloras?


Estamos enloquecidxs



 A ti puedo mirarte a los ojos. 


Porque seguimos juntxs en el camino, hasta el final del camino, o hasta el final de nuestras vidas.

Convirtámonos en un grito de libertad, solidaridad y esperanza.
Seamos peligrosxs contra todo lo establecido.




Os quiero porque soñáis, porque si no soñamos estamos muertxs...Soñad..soñemos.
Ojala nos vaya bien en este camino que decidimos emprender...